miércoles, 5 de enero de 2011

"No por mucho madrugar, amanece más temprano"

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Luego de "Al que madruga Dios lo ayuda" no hay mejor enlace que "No por mucho madrugar, amanece más temprano"

*mensaje: las cosas tienen un proceso y duran un tiempo determinado, aunque estemos desesperados no se adelantarán. 

No hay que dejar todo para el final, pero tampoco desesperar ante los sucesos inflexibles. 
¿ Quién carajo es paciente? vivimos en un mundo de estrés y rapidez. 

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Ni con un curso masivo de paciencia, nobleza y sosiego se puede evitar que vente mil personas a la vez intenten entrar a un vagón con codazos, golpes y demás. No importa lo temprano o rápido que llegues, la multitud sin escrúpulos siempre estará allí. se le comunica a los usuarios que las puertas se cerraran. Están a punto de cerrar, se nota a leguas que no hay espacio ni para una mosca más e igual hay una docena de personas en la entrada luchando a empujones. No termina hasta que desde adentro, los pilas junto a la puerta les dejan los ojos morados a los frustrados de afuera para poder que acepten que NO HAY ESPACIO. No por mucho madrugar, evitarás los empujones. No por mucho empujar, llegarás más temprano. 


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!Calma! !calma! !calma! !Que no cunda el pánico!

hay colas en todos lados, en la autopista, en el banco, en el ministerio... y cada día que pasa se hacen más permanentes y perpetuas sin importar lo temprano que sea. 

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Cada cosa extraordinaria tiene un tiempo de desarrollo, escribir un libro, hacer un viaje, terminar un trabajo. El desespero solo produce porquería, no queremos más libros sin sentido en la calle, ni trabajos mediocres. Date tiempo, no amanecerá más temprano... ni porque vuelvan a cambiar el huso horario. 

Fin de impresión

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